En la receta de hoy, “Fabes con almejas”, hemos querido simplificar, este exquisito plato, para que puedas disfrutar de él, sin necesidad de pasarte toda la mañana en la cocina. Es de esas recetas que te aconsejamos no revelar hasta que tus invitados no la hayan degustado. Te aseguramos, que les sorprenderá el resultado en tan poco tiempo.
Así que ¿por qué no poner en tu planinng culinario, de fin de semana, las “Fabes con almejas” para la cena del viernes o sábado?
Elaborando nuestras “Fabes con almejas”
Tiempo aproximado de realización, unos 30 minutos.
Medidas para 2 / 3 raciones.
A tener en cuenta
- 1 hora antes de preparar el guiso pondremos unos 250 gramos de almejas en un bol, cubiertas de agua y con una cucharada de sal fina, para que suelten los restos de arena. Pasada la hora, lavamos las almejas y desechamos las que estén abiertas.
Preparando las fabes
Lo primero que haremos es preparar el sofrito, y para ello ponemos en una cazuela, 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego bajo, 1 cebolla picada en brunoise (en cuadraditos) y 1 diente de ajo muy picado (te recomendamos que uses el machacador de ajos). Pasados 10 minutos, incorporamos al sofrito 1 vaso de vino blanco (recuerda, medida del vaso de yogur) y 1 cucharadita de perejil muy picado (si lo tienes ya picado y congelado, menos trabajo para ti), dejamos cocer hasta que la cebolla esté transparente y blanda. Cuando el sofrito esté listo, incorporamos a la cazuela 1 bote de 400 gramos de “judías tipo granja” con todo su jugo, no las removemos con cuchara, sólo movemos la cazuela para evitar que se deshagan, tapamos y esperamos que rompa a hervir.
Preparando las almejas
Recuerda lo que te comentábamos anteriormente en el apartado “A tener en cuenta” sobre las almejas.
Una vez que ya tengamos las almejas preparadas y las judías han roto a hervir, las echamos bien escurridas, tapamos y sin remover dejamos que cuezan 3 minutos. Apagamos el fuego y dejamos reposar (sin destapar) 5 minutos más.
Importante
Antes de emplatar asegúrate de que todas las almejas estén abiertas. Si encuentras alguna cerrada tírala, puede que esté en malas condiciones.
Consejo
Cuando compres almejas asegúrate siempre de que están vivas y frescas. Para saberlo sólo tienes que asegurarte de que están cerradas, con su “lengua” asomando y oliendo a mar.
Si por el contrario ves que hay algunas abiertas y que tienen un olor fuerte, te estarán indicando que están muertas y que al cocinarlas no se abrirán, corriendo el peligro de intoxicarte.
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